Friday, February 13, 2009

San Valentino

Pocas horas después del alba, un personaje en la historia de mi vida decidió recordarme, con un extraño entusiasmo sus planes para el muy importante sábado próximo. 14 de febrero, si-si-si… día de San Valentín. Poco me afectaron las palabras, aunque si se han dado eventos algo interesantes como resultado del ambiente que crea esta fecha, como la siguiente situación que parece salida de la imaginación de una niña pendejita que solo sueña con casarse.

A mis 14 años, poco antes del dichoso día, pase lo que parecieron unas 3 horas debatiendo el origen/necesidad/credibilidad/sobrevaluación del 14-feb, con una vieja empalagosa todavía más cerrada que yo, y justo cuando comencé a mentarle la madre, me beso. Si, hasta yo tengo una historia cursi de SV.

Claro que de ese beso no surgió cosa más interesante que una semana y media de amores a medias, de besos inconclusos en las reuniones furtivas. La muerte le llego rápido, como debía ser, y así lo aceptamos ambos.

Un acontecimiento menos reciente y peor recordado, seria en sexto de primaria.
Una compañera, alta, morena de piel y cabellera (incluyendo bello de las axilas) y con cara parecida al perro este, a quien llamábamos Maggie (dado que sus iníciales son M.M.M.M.) se apareció el mismísimo día de Sn. Vtin. Con una caja de esas paletas rojas en forma de corazón que te cortan la lengua cuando están ya muy gastadas, me dio una, pero el relato no termina en ese momento. Ella tenía algo mas para mi, se me acerco un poco después de consumida la euforia de las paletas gratis y tímidamente extendió su mano, mostrándome una de esas tarjetas que las niñas de primaria hacen con hojas blancas y goma-diamantina, yo naturalmente la acepte y prometí darle algo a cambio, y así lo hice, le regale una pequeña almohada inservible en forma de corazón. Yo no tenía idea de lo que hice y mucho menos de los sentimientos de Maggie. Por esas semanas nos tocaba a nosotros sacar ficha o inscribirnos en las secundarias, ella escogió la misma que yo. Debido a diferentes… “capacidades” ella quedo en el turno vespertino, trato de llamarme y mantener el contacto conmigo…. Pero yo la mande a la verga lo mismo que a sus regalitos baratos.

Ahí tienen, dos relatos de St. Valentine... y la primera de mis variados acosadores y amores no que no correspondi.